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Ricardo Flores Magón (Semblanza biogáfica) (página 2)




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Capítulo Dos

EL JOVEN
ANARQUISTA

Ricardo inició su actividad política como
líder
estudiantil antiporfirista.

Participó en las manifestaciones callejeras de la
ciudad de México que
tuvieron lugar en mayo de 1892.

Gómez-Quiñones escribe que la protesta de
60 estudiantes y otras personalidades, tenía el objetivo de
exigir elecciones libres y de pedir a Díaz dejara la
presidencia

Samuel Kaplan, en su libro
Combatimos la tiranía, reproduce un fragmento del discurso de
Ricardo frente a la escuela de
Minería.

"En 1876 -gritó Ricardo- Díaz
denunció al presidente Lerdo de Tejada ¿Por
qué? Por querer reelegirse. ¿Pero qué
sucedió al año siguiente? El rebelde Díaz se
adueñó del control del
gobierno.

"¿Y que pasó entonces, compañeros?
Díaz, cómodamente perdió la memoria en
cuanto a su santo y seña de la no
reelección.

"Desde entonces, el tirano se ha hecho reelegir sin
cesar, menos en el período en que su protegido
González ocupó la presidencia…

"¿Cómo se reelige? ¡Ya lo saben! Por
medio de sus jefes políticos contrata las elecciones en
todos y cada uno de los distritos del país… amenazando a
los obreros con correrlos del trabajo si no
votan por Díaz.

"Aterrorizan a los campesinos. Los emborrachan con
pulque o mezcal y los llevan como ganado a las urnas.

"Y, por si fuera poco, ¿quién vende
nuestro país a los industriales franceses, ingleses y
norteamericanos, de modo que, además de ser esclavos de la
iglesia, lo
somos también de los países
extranjeros?"

Hernández Padilla relata que un centenar de
personas, entre azoradas e incrédulas, escuchaban a tan
osado estudiante.

"De pronto, apareció la caballada y, cargando
contra la multitud, trató de dispersarla. Los sables
alcanzaron a algunos fatalmente, otros quedaron heridos, los
demás corrían y gritaban: "¡Muera
Díaz! ¡Viva la libertad!" Dos
de los hermanos Flores Magón, Jesús y Ricardo,
fueron aprehendidos y enviados durante un mes a la cárcel;
Enrique, el más joven, pudo escapar.

Una vez libre, Ricardo empezó a publicar sus
primeros escritos en el periódico
opositor El Demócrata.

Gracias al mismo Kaplan, podemos conocer un párrafo
de un editorial El Demócrata, escrito por
Ricardo:

"Cada hacendado se ha vuelto un barón
feudal.

"Tiene poder de vida
y muerte sobre
los míseros peones; sus hijas y mujeres atractivas
están a disposición de el. Y no hay autoridad que
les diga nada.

"Cuando venden sus propiedades las enumera y hace
constar que consisten en tantas miles de hectáreas, tanto
bueyes, vacas, peones y otros animales.

"¡Así aparece en las escrituras!¡Dios
lo ayude a México!, donde los seres humanos son tratados peor que
vacas o puercos.

"Donde el 80% de todos los trabajadores de hacienda
existen -¡no viven! – , en estado de
peonaje en manifiesta esclavitud.

"Mexicanos, examinen su Constitución! ¿Reconoce acaso el
derecho de un acreedor de apoderarse y retener el cuerpo un
deudor? ¡Por la gloriosa memoria de Benito
Juárez, no!.

"Pero, ¿por qué preocuparse un comino por
la Constitución ? ¿Por qué, ciertamente,
cuando es la cosa más fácil del mundo, amontonar
sobre ella el lodo del desprecio en tal forma que ya no es
visible en los llamados tribunales?.

"En todas partes las autoridades, con alaridos de
placer, juntan sus manos a las de los opresores del
pueblo.

"La razón hasta los ciegos pueden
verla.

"Los pretendidos protectores de los derechos del pueblo son de
la non sancta alianza. ¿Por cuanto tiempo, OH
Señor?".

Aumentó el número de lectores de El
Demócrata y, por consecuencia, su tiraje. Porfirio
Díaz envió a Miguel Cabrera, jefe de
policía, al frente de un grupo de
secuaces a clausurar la oficina del
mencionado periódico y a detener a los Flores
Magón.

. En esa ocasión sólo apresaron al mayor
de los hermanos, a Jesús.

Durante seis años, los Flores Magón
ahorraron cuanto pudieron. Hasta el 7 de agosto de 1900 pudieron
publicar su propio periódico:
"Regeneración".

Antes de analizar y comentar los artículos de
Ricardo, durante los primeros diez años de
"Regeneración", es necesario retroceder un poco para
relatar el resurgimiento político del clero
católico mexicano, cobijado y protegido por la dictadura
porfirista.

En San Luis Potosí, cuenta Cockcroft, los
sacerdotes fueron vistos llevando puestas en público sus
elaboradas vestimentas sacerdotales de satín y oro.

Se permitió que funcionaran escuelas
católicas en varias partes del Estado.

Los liberales locales se irritaban cada vez más
por estos abiertos desafíos a la Constitución de
1857 y a las Leyes de
Reforma.

En el verano de 1900, los liberales acusaron formalmente
al obispo de San Luis Potosí, Ignacio Montes de Oca y
Obregón, de manipulaciones ilegales de bienes
raíces.

Como podía esperarse, la justicia local
exoneró al obispo (doce años más tarde la
decisión fue revocada).

Estaba implícito en los cargos de los liberales
contra el obispo, un sentimiento difundido de que la Iglesia
había recobrado, en San Luis Potosí, un grado
reminiscente del poder de la Iglesia anterior a las leyes de
Reforma.

Un monasterio abandonado en el Estado, que
había sido convertido en un colegio de monjas,
enfureció a los liberales, quienes declararon que el
edificio estaba siendo usado como escuela católica para
niñas.

Pero la gota que derramó el vaso fue un discurso,
en París, el 6 junio de 1900, del obispo mencionado ante
la Asamblea General del Congreso Internacional de Agencias
Católicas.

El 7 de agosto de 1900, el mismo día que
aparecía en la capital del
país el primer número de Regeneración, El
Estandarte publicó el discurso del Obispo.

Montes de Oca y Obregón, que trece años
antes había advertido a los católicos que "las
mejores épocas" eran cosa del pasado, ahora aseguraba que
gracias a la benévola dirección del gobierno de Díaz y con
el apoyo de las mujeres mexicanos, la Iglesia de México
había alcanzado "la prosperidad actual".

Las Leyes de Reforma, declaraba el obispo, son
leños apagados. El 30 de agosto, Camilo Arriaga
publicó su manifiesto "Invitación al Partido
Liberal", denunciando el resurgimiento de" clericalismo bajo el
porfiriato.

No se imaginaba que prendía la chispa del
incendio, social que haría caer al dictador.

Camilo Arriaga, potosino e ingeniero de minas, fue, como
Madero, un intelectual de clase alta de
una familia
oligárquica norteña representó una tendencia
mucho más radical, entre los intelectuales
inconformes de México, que la representada por
Madero.

Sujeto como estaba a los intereses de la
burguesía mexicana, ante de Ricardo y sus seguidores
cercanos, Arriaga se quedó en los límites
del reformismo burgués.

En 1888, el tirano Díaz hizo que el gobernador de
San Luís Potosí nombrara a Camilo Arriaga, Diputado
de la Legislatura
del Estado.

En 1890, cuando su padre murió, Camilo, de 28
años de edad, fue ascendido por el dictador a Diputado del
Congreso Nacional, puesto que retuvo 1898.

A pesar del imperante positivismo de
la
educación oficial – nos dice Cockcroft, Camilo
empezó a leer las obras de Proudhon, Marx, Engels,
Bakunin y otros socialistas y anarquistas europeos.

Más tarde, antes de su declaración liberal
de rebelión, en 1900, Arriaga fue a Europa, en donde
adquirió su famosa biblioteca de
libros y
folletos radicales europeos.

En 1898, Arriaga se presentó ante el Congreso
para comunicar el engaño de la Iglesia y de sus
colaboradores políticos.

Una minoría de diputados lo apoyó. Todos
ellos fueron eliminados del Congreso por el tirano Díaz
ese mismo año.

Usando el capital que la crisis de
1892-1895 le había dejado, Camilo dedicó dinero y
esfuerzo para formar un movimiento de
oposición política contra Díaz.

Cuando Arriaga, en 1899, regresó a San Luis
Potosí, cultivó la amistad de
jóvenes políticos liberales disidentes, como Juan
Sarabia y Antonio Díaz Soto y Gama.

Pronto se agregaron Librado Rivera y los Flores
Magón.

Esta nueva generación de jóvenes
idealistas se reunían con Arriaga, frecuentemente en su
propio domicilio a leer y comentar algunas de las obras de los
autores revolucionarios más avanzados de la
época.

El 23 de febrero de 1901. Regeneración,
reconoció que Camilo Arriaga era "el alma del
actual movimiento político".

Camilo, un intelectual de la clase alta, fue un
precursor de la Revolución
Mexicana al difundir las obras de socialista y anarquista a los
de otras clases sociales descontentas.

Santiago R. de la Vega, escribió más
tarde: "Camilo ponía en nuestras manos a Carlos Marx. Por
camilo conocí al dulce príncipe Kropotkin y toda la
biblioteca Stock, que se especializaba en publicar y distribuir
las obras de los líderes anarquistas europeos".

Antonio Díaz Soto y Gama, años
después, recordaría los libros que Camilo le daba a
leer: La conquista del pan, Memorias de un
revolucionario de Kropotkin; el ideal anarquista, de
Elisée Réclus y varios libros de Bakunin, Carlos
Malato, Proudhon y Marx.

Capítulo tres

EL PERIODISTA
LIBERAL

Antecedente del periodismo
revolucionario en México durante el siglo pasado fue El
socialista, publicación obrera que a lo largo de
más de quince años difundió, a través
de sus páginas, noticias,
manuscritos, artículos y documentos
socialistas.

Sería este periódico el que
publicará "El manifiesto comunista" de Marx y Engels, con
un tiraje especial de diez mil ejemplares, el 12 de junio de
1884.

Cuatro años después dejaría de
aparecer esta publicación socialista.

Entre la prensa
antiporfirista de esos años, se encontraba El hijo del
Ahuizote, El correo del Lunes, El partido Liberal, El Conservador
y la Patria.

Además existían los periódicos
liberales que mantenían la crítica
al régimen porfirista: El Monitor
Republicano y El Diario del Hogar.

La libertad de
expresión y manifestación de las ideas,
así como la de escribir y publicar escritos de cualquier
naturaleza se
conservó sólo en apariencia. Como todavía
sucede en la actualidad.

Gastón García Cantú, en su libro El
socialismo en
México, afirma que en 1888 el gobierno tenía
treinta periódicos en la capital y 27 periódicos en
los Estados, que requerían para su sostenimiento unos
cuarenta mil pesos al mes.

Según lo afirmó El Hijo del Ahuizote, el
24 de junio de 1888, el mantenimiento
de esa prensa sumisa le costaba al país tanto como los 248
diputados, los 56 senadores y las 27 legislaturas locales juntas:
Poco más de un millón de pesos anuales.

Armando Barta, en el estudio introductoria a su
antología de artículos de Flores Magón, nos
dice que Regeneración empezó a publicarse el 7 de
agosto de 1900, como periódico jurídico
independiente, encabezado con el lema"Contra la mala administración de la justicia".

El tema dominante de sus notas y artículos era la
venalidad y corrupción
de todo el aparato jurídico porfirista.

La denuncia de la venalidad y corrupción del poder judicial,
era un medio para la denuncia de la corrupción y venalidad
del porfirismo en su conjunto.

En los primeros números de Regeneración no
encontramos referencias frecuentes a las raíces
estructurales del despotismo.

La denuncia de la opresión política pocas
veces iba acompañada de la denuncia de la
explotación económica.

Esta preocupación casi exclusiva del porfiriato
que encuadra a Regeneración en la tradición
liberal, cambiará radicalmente en etapas posteriores del
periódico.

La táctica de Regeneración durante esos
primeros números, con base en la experiencia de El
Demócrata, estaba orientada a adquirir una mínima
base social antes de lanzarse abiertamente contra Porfirio
Díaz.

Años más tarde, Enrique Flores
Magón, quien comenzó a dirigir el
periódico, reconoció: "Durante los primeros
cuatro meses estuvimos silenciosos como una tumba respecto a
Díaz y sus crímenes. Todo este tiempo confiamos
nuestros ataques a lo judicial. Para diciembre del mismo
año habíamos ganado la atención del país. Fue entonces
cuando comenzamos a considerar nuestro objetivo final; la idea de
volver nuestras armas contra en
dictador".

En efecto, en 1901 Regeneración cambió de
lema y carácter. A partir del número 20,
publicado el 31 de diciembre de 1900, el periódico
apareció con el subtítulo de "Periódico
independiente de combate", orientado ya abiertamente a la lucha
contra la dictadura en general.

Este segundo periodo de Regeneración se
enfocó al combate contra la autocracia porfirista,
denunciando a la vez los fundamentos de la dictadura en la
explotación económica y la entrega del
extranjero.

La constitución del partido Liberal en 1901, en
la que jugó destacado papel Ricardo Flores Magón,
junto con Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama y Juan
Sarabia, le ofreció a "Regeneración" la posibilidad
de dar a su política una base social
organizada.

Desde el periódico se anunció ampliamente
la realización del acto, se difundieron sus resoluciones y
manifiestos y se hacía propaganda a
la constitución de clubes liberales en todo el
país.

Armando Bartra, en su antología titulada
Regeneración 1910-1918, la corriente más radical de
la revolución
mexicana de 1910 a través de su periódico de
combate, nos dice que, si bien el marco de la denuncia magonista
se amplió considerablemente, al abarcar tantos aspectos
superestructurales como los estructurales del
porfiriato.

La disyuntiva política que difundirá
Regeneración, al hacerse portavoz del Partido Liberal, se
redujo en todo este período a proponer un cambio
político: la sustitución de la
administración porfirista por una administración
democrática.

En esencia, un cambio de posición política
ante el aparato del Estado.

Aunque había diferencias en el seno del Partido
Liberal – por un lado, las oposiciones puramente
peticionarias y propagandísticas sostenidas por Camilo
Arriaga, y por otro, el radicalismo de Ricardo -, la esencia de
la política expresada en el órgano de dicho partido
era la misma: el establecimiento de la democracia a
través de un cambio en la presidencia de la
República, previsiblemente por la vía
electoral.

La represión y la cárcel acabaron con este
segundo período de Regeneración y originaron un
viraje radical definitivo en la política del
periódico y del Partido Liberal.

En mayo de 1901, Ricardo y su hermano Jesús
fueron detenidos y, en octubre del mismo año, el
periódico se suspendió ante la amenaza de que, de
aparecer un número más, los hermanos serían
asesinados en la cárcel.

El 9 de junio de 1903 los tribunales pronunciaron un
fallo por el cual se prohibía la circulación de
cualquier periódico escrito por Ricardo Flores
Magón.

En esas condiciones, en enero de 1904, el núcleo
fundamental del Partido Liberal (Ricardo y sus más
cercanos seguidores), se trasladó a los Estados Unidos de
Norteamérica.

Antes de continuar con la siguiente etapa de
Regeneración, necesitamos regresar un poco, hasta el 5
febrero de 1901, cuando en San Luis Potosí se
realizó el Primer Congreso Liberal, convocado por Camilo
Arriaga y su grupo de jóvenes liberales, estudiosos de los
libros anarquistas que el mismo Camilo les
proporcionaba.

Hernández Padilla relata que el día de la
inauguración, oradores subían y bajaban del estrado
del Teatro de la
paz.

Los discursos no
iban más allá de la arenga jacobina. Tocó el
turno a Ricardo; decidido a romper con aquel medio- tono de
come-curas,

Hizo una revisión minuciosa de los atentados
porfiristas, de las ráfagas de "ley fuga" Perro
de presa en el ataque, sujetó el cuello a Don Porfirio
durante su peroración, a la que puso remate, como resumen
y consecuencia: "Porque la administración de Porfirio
Díaz, es una madriguera de bandidos".

En la parte esencial de su discurso, Ricardo
había dicho…"los puestos públicos producen
en México más que cualquier industria.
Ningún negocio, ni aun el más audaz, dejan tantas
utilidades como un puesto cualquiera de la administración
mexicana.

"Los funcionarios entran pobres a desempeñar sus
funciones de
padres del pueblo y a los pocos meses ya son ricos, y a la vuelta
de unos cuatro años millonarios…

"Desde el Presidente de la República hasta el
más humilde polizonte, todos hacen negocios.

"Por eso no es raro que la deuda
pública de México sirve para hacerse ricos a
unos cuantos.

"De mil maneras explotan los funcionarios su
posición ventajosa y se hacen ricos, metiendo las manos en
los fondos públicos, haciéndose pagar favores,
despojando brutalmente a los gobernadores".

Luego continuó Ricardo: "Hablaremos como hombres.
Yo les pregunto: ¿Cómo vamos a convencer al pueblo
de que el Partido Liberal es un partido que se propone reparar
las injusticias que se hacen contra él? Sólo hay
una contestación posible: señalando directamente,
así, con el dedo condenador, al que maneja la
administración nacional, esa máquina monstruosa que
aplasta bajo sus ruedas sus esperanzas, sus aspiraciones y sus
cuerpos".

Tras una breve pausa prosiguió: "El Presidente
Porfirio Díaz es la araña que teje la tela del
engaño y la injusticia que las arañas menores
imitan.

"Y saben ustedes quiénes son: los Gobernadores de
los Estados, los generales, los jefes
políticos".

El orador también habló de los sueldos de
miseria, de las condiciones infrahumanas que padecían los
obreros en las fábricas, de los peones en las haciendas y
del "trabajo de contrato", que no
era otra cosa que la esclavitud imperante en las plantaciones de
tabaco de Valle
Nacional.

¿Por dónde comenzar a desentrañar
aquella enorme maraña de corrupción?.

Ricardo propuso: "¡Expulsemos a Porfirio
Díaz!, y, mientras tanto, reemplacémoslo con el
Presidente de la Suprema Corte, tal y como lo decreta la
Constitución". Más tarde, el pueblo tendría
al fin la oportunidad de votar libremente por los candidatos que
ofrecieran los partidos
políticos, incluido naturalmente el Partido
Liberal.

.Una vez más, Ricardo y Jesús fueron
huéspedes de las "bartolinas" de la cárcel de
Belén

Capítulo cuatro.

VÍCTIMA
DE LA DICTADURA

A pesar del discurso antiporfirista de Ricardo, las
resoluciones del Primer Congreso Liberal no fueron más
allá del anticlericalismo militante.

En marzo de 1901, el Club Liberal "Ponciano Arriaga" de
San Luís Potosí, como centro directo de todos los
clubes de su línea, publicó un "Manifiesto a la
Nación"
firmado por Camilo Arriaga y Díaz Soto y Gama.

Este manifiesto dio un paso más que el Congreso
para encuadrar el conflicto
dentro de la contienda política.

Atacó a la "dictadura dominante", a la "prensa
oficial" y al "personalista, antidemocrático y mal llamado
partido científico".

El manifiesto pedía la formación de un
"partido verdaderamente nacional".

Como ya habían sido excomulgados por el obispo de
San Luis Potosí, los liberales, deseando hacer algo
más provechoso que atacar al clérigo, presentaron
un reto directo al régimen de Porfirio
Díaz.

Ricardo y Jesús, en apoyo a los firmantes del
manifiesto, se reunieron en la capital del país en abril
de 1901 para formar la Asociación Liberal
Reformista.

En mayo, el dictador Díaz pensó que si
arrestaba a Ricardo y Jesús, acabaría con el
movimiento de oposición.

Los clubes liberales ya habían sido clausurados
en toda la nación.

Sin embargo, el 18 de julio de ese mismo año, en
Pinos, Zacatecas, Díaz Soto y Gama radicalizó
aún más el movimiento liberal con un discurso
público que, rezumante de nacionalismo,
criticaba severamente a Porfirio Díaz.

Cockcroft nos dice que, sin revelar sus tendencias
anarquistas, el joven abogado potosino buscaba extender a las
clases medias y bajas el llamado del naciente movimiento de
oposición.

El tema principal del orador era que México
estaba regido por una camarilla dictatorial de criterio estrecho
y antipatriótico, que favorecía los intereses de
los extranjeros, especialmente a la Iglesia católica,
cuyos fanáticos estaban conspirando para apoderarse de
toda la nación y destruir hasta el último reducto
de las anteriores formas revolucionarias (por ejemplo, la
Constitución de 1857).

El ultimo proyectil de su artillería, Soto y Gama
lo dirigió al dictador Porfirio Díaz, "caudillo que
traiciona a la democracia, que no tiene un átomo de
demócrata, ni la más leve tintura de estadística, ni conoce el respeto a la ley,
ni tiene a la Magna Constitución del 57 en más
aprecio que el acicate que daba hoy en los ijares de su caballo y
que hundirá mañana en las entrañas del
pueblo".

Cuando los Flores Magón, que estaban en
prisión, recibieron noticias del inflamatorio discurso de
Díaz Soto y Gama, pidieron a sus amigos que lo
publicaran.

El 31 de agosto de 1901 Regeneración
público el texto completo
del discurso.

Un mes más tarde el gobierno suprimió el
periódico.

El 4 de noviembre El Porvenir y El Renacimiento,
de Juan Sarabia, publicaron un manifiesto del club Liberal
"Ponciano Arriaga", firmado por Camilo Arriaga y José
María Facha, en el que se trató por vez primera el
problema agrario y la necesidad de reforma social.

El manifiesto también denunciaba que el
régimen de Díaz había obligado a los indios
yaquis de Sonora a ir a cosechar tabaco a Valle Nacional, Oaxaca,
intensificaba el ataque contra los extranjeros, las clases
privilegiadas y el "despotismo" de Díaz.

Arriaga fue sentenciado a once meses de prisión y
mil pesos de multa, y Facha a nueve meses y quinientos pesos de
multa.

No sólo los grupos liberales
fueron reprimidos, sino también toda la prensa de
oposición al tirano

En 1901 y 1902, cerca de 42 periódicos
anti-porfiristas fueron clausurados, mas de 50 periodistas fueron
encarcelados en toda la nación y dos más fueron
asesinados por los esbirros del tirano Díaz.

La represión militar porfirista no se
limitó a impedir violentamente el segundo congreso liberal
de 1902, sino que encarceló a todo el núcleo
dirigente liberal.

Ricardo, una vez libre, el 20 de abril de 1902,
rentó un semanario de oposición de la ciudad de
México, el hijo del Ahuizote, el primer número fue
dirigido por Ricardo, el 16 de julio de ese
año,

Contenía una serie de artículos contra el
presidente Díaz y el general Bernardo reyes.

La respuesta del gobierno fue la confiscación de
las personas y del equipo de oficina del periódico, del
encarcelamiento del personal, por
orden de un juez militar, el 12 de septiembre de 1902.

Sería hasta el 23 de enero de 1903 cuando los
liberasen.

El 27 de febrero de 1903,el club liberal "Ponciano
Arriaga" publicó un manifiesto declarando, en
términos violentos el nuevo movimiento contra la
injusticia social y económica,y la necesidad de una
reforma radical.

El documento atacaba al "Capitalista, al fraile y al
alto funcionario, ya sea civil o militar", condenada a la
monopolización de la tierra,
especialmente por los yanquis y la iglesia ,al igual que las
deplorables condiciones del campesino y
lamentaba la muerte de
la constitución, de la libertad y del sufragio.

El 11 de abril de 1903, Ricardo Enríquez y otros
editaron un manifiesto en que culpaban al gobierno de Díaz
de haber producido la "supremacía del capital y ha hecho
palpable la decadencia del trabajo, el descontento general y un
verdadero malestar en las clases de la sociedad".

Finalmente, el manifiesto hacía notar que de
seguir Díaz gobernando, la única opción para
México sería una guerra
civil.

El resultado de esa publicación fue la
invasión de la policía a las oficinas de El Hijo
del Ahuizote, la confiscación de todo el equipo y el
encarcelamiento de Ricardo, Enrique y todos los que trabajaban en
la publicación.

Hasta octubre de 1903 liberaron a los Flores
Magón.

Durante ese año de 1903, la tiranía
encarceló y empujó al exilio a todos los
periodistas de la oposición liberal.

Fueron amenazados con la muerte, si continuaban
publicando.

Un decreto del 9 de junio prohibía la
publicación de cualquier escrito de los Flores
Magón y sus seguidores.

A fines de 1903, Camilo Arriaga, Díaz Soto y
Gama, Ricardo Flores Magón y Juan Sarabia continuaban
unidos en lo esencial.

Habían acordado y contribuido a la
radicalización del movimiento más allá de su
anticlericalismo inicial.

Ahora todos aspiraban a derrocar a Díaz e
introducir reformas sociales y económicas
profundas.

Curiosamente – dice Cockcroft -, ninguno de los
cuatro se dio cuenta de que tal movimiento revolucionario ya se
había iniciado y se había ido desarrollado por su
propio impulso, con ellos mismos al mando, desde agosto de
1900.

Capítulo cinco

EXILIO Y
DIVISIÓN.

Obligados a huir de la persecución
policíaca porfirista, escribe Hernández Padilla,
los periodistas liberales se refugiaron en San Antonio,
Texas, y San Luís, Missouri.

Sara Estela Ramírez le
escribió a Ricardo para informarle que se desligaba del
grupo y, asociada a Camilo Arriaga, seguiría la lucha.
Díaz

Soto y Gama regresó a México.

Crescencio Villarreal, inquieto ante la posibilidad de
ruptura, pidió a los Flores Magón y a Sarabia que
"sean indulgentes" con Arriaga y Madero, quien, a través
de Arriaga, había empezado a brindar ayuda
económica.

Cockroft relata que durante el exilio de 1904 –
1906 los liberales se comenzaron a dividir por motivos
personales, ideológicos y sociales.

Las diferencias básicas de extracción
social y de convicción política empezaron a separar
a los precursores, en el mismo momento en que estaban organizando
el Partido Liberal Mexicano, formulado su programa y
preparándose para las revueltas de 1906 –
1908.

Al poco tiempo de la llegada de los liberales mexicanos
a Estados Unidos, las diferencias entre Arriaga y Flores
Magón, que se encontraba en San Luis, Missouri, se
agravaron y el grupo de exiliados se dividió.

Unos, los moderados, regresaron en
compañía de Arriaga a San Antonio, Texas.
Allí editaron y publicaron el seminario
Humanidad.

El ala radical, compuesta en su mayoría por
socialistas y anarquistas, permaneció con Ricardo, quien
acusaba a Arriaga de Tránsfuga, y fue a su vez tachado por
éste de "ambicioso".

En el pleito terció Madero, quien,
refiriéndose a los Flores Magón como "los bastardos
de San Luís", decía que "sin distinción de
ninguna especie insultaban a todo el mundo" y en especial a
"liberales tan inmaculados como el ingeniero Camilo
Arriaga".

Desde esos días se enfrentaban dos proyectos, dos
ideas diferentes, arraigados en opuestos intereses de
clases.

Desde el principio Arriaga limitó su
participación a la lucha legal y jamás fue
más allá de su propuesta de reformas políticas.

Madero, sin la cultura de
Arriaga, pero dueño de un profundo sentido de clase
acomodada, retiró la ayuda a los Flores Magón en
cuanto se dio el rompimiento con Arriaga.

Gracias a su posición reformista y a la
separación política de Ricardo, a principios de
1905 Arriaga tuvo éxito
en obtener de Madero un préstamo de dos mil dólares
para publicar Regeneración, en una línea diferente
y contraria a la que se tenía cuando Ricardo lo
dirigía.

Por su parte, Ricardo, Rivera, Juan Sarabia y Antonio I.
Villarreal entablaron frecuentes conversaciones con Emma Goldman,
de Chicago, y con el español
Florencio Bezora, quienes era amigos de Enrique Malatesta,
líder y teórico anarquista.

El 28 de septiembre de 1905 nació en San
Luís, Missouri; la junta Organizadora del Partido Liberal
Mexicano.

Se publicaron y distribuyeron copias de las bases para
la unificación del Partido Liberal Mexicano, firmadas por
Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan y Manuel Sarabia,
Antonio I. Villarreal, Librado Rivera, y Rosalío
Bustamante.

En ellas se invitaba a trabajar por "la
organización del Partido Liberal Mexicano, llamando a
los ciudadanos a unirse para crear un partido fuerte que sea
capaz de hacer respetar los principios liberales".

También planteaban que Regeneración fuera
el periódico oficial del Partido Liberal Mexicano; una
campaña de adhesión, con garantía de guardar
en secreto todos los nombres involucrados, y respaldo financiero
a los periódicos de oposición y a los liberales
empobrecidos o perseguidos dentro de México.

En privado, este mismo grupo decidió ponerse de
acuerdo con los hombres de corazón
bien puesto, para hacer la revolución.

El 5 de diciembre de 1905, Ricardo le escribía a
Crescencio y Francisco Villarreal Márquez: "en
público no excitamos al pueblo a las armas, porque vemos
que sería peligroso hacerlo, no para nosotros, sino para
nuestros correligionarios, porque al saber el gobierno que
encubiertamente hacemos trabajos revolucionarios, sería
interceptada la correspondencia que viene para nosotros y
nuestros amigos serían asesinados en México, el
éxito estará en razón directa del mayor
número de centros de rebelión que se logren
formar".

Un poco antes, el 8 de octubre, les había escrito
a los hermanos Villarreal Márquez que "no había que
escatimar esfuerzo alguno para organizar un movimiento liberal
que no sea destruido por la tiranía.

El único remedio a los males del pueblo,
está en la revolución; pero una revolución
no se improvisa.

Es obra de paciencia y continua propaganda
revolucionaria.

La revolución del porvenir tiene que ser no
solamente política, sino social, porque de lo contrario
recaeremos en otra tiranía, tal vez más espantosa
que la que ahora nos agobia".

Los gobiernos de Estados Unidos y México, escribe
Hernández Padilla, en estrecha colaboración, por
medio de sus consulados y agentes policíacos, iniciaron
una implacable persecución contra los dirigentes de la
Junta del Partido Liberal Mexicano.

Muy pronto, la ley de 1903, "destinada a deportar a los
anarquistas extranjeros", comenzó a ser aplicada contra
los magonistas que radicaban en Estados Unidos.

El 12 de octubre de 1905, los detectives de la Agencia
Pinkerton, sin orden judicial ni delegación legal del
poder, invadieron las oficinas de Regeneración en San
Luís, Missouri, confiscaron prensas, archivos y equipo
y detuvieron a Juan Sarabia y los Flores Magón.

Los tres fueron acusados de "liberales y
difamación" por Manuel Esperón y de la
Flor,

Este cacique oaxaqueño a quien
Regeneración había atacado, fue enviado a San
Luís por Porfirio Díaz para levantar esos cargos,
inventados, por supuesto.

Los tres dirigentes del Partido Liberal Mexicano
estuvieron en la cárcel hasta mediados de diciembre de
1905.

Una vez libres, en compañía de los
demás miembros de la Junta del Partido Liberal Mexicano,
los Flores Magón se abocaron inmediatamente a preparar en
todo el país centros de rebelión para que la
conflagración fuera general y no sólo en un punto
de la República.

Durante los siguientes años, el apoyo de los
anarquistas norteamericanos al Partido Liberal Mexicano fue cada
vez mayor.

Los anarquistas de Estados Unidos y el Partido, dirigido
por los magonistas, eran aliados naturales.

Agitadores mineros norteamericanos, de la corriente
anarquista, ayudaron a los organizadores obreros del Partido
Liberal Mexicano, en el sur de Arizona y en el norte de Sonora, a
fomentar la militancia entre los mineros mexicanos.

Los resultados de este trabajo conjunto se
manifestarían durante la huelga de
Cananea y la revuelta de 1906, cuando los magonistas se
levantaron en armas, por primera vez, contra la dictadura
porfirista.

Fue con la ayuda de un militante magonista del Partido
Liberal Mexicano, Lázaro Gutiérrez de Lara, como
John Kenneth Turner, periodista y anarquista norteamericano, hizo
viajes a
México para recopilar material para su libro
México Bárbaro.

Cockcroft afirma que de finales de 1905 en adelante, se
desarrolló un sistema de
persecución contra el Partido Liberal Mexicano.

Cooperaban en esta empresa la
Agencia Pinkerton, la embajada de México en Washington,
los consulados mexicanos a lo largo de Estados Unidos, la
Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, la embajada
de estados Unidos en México, los departamentos de Estado,
Guerra, Tesoro, Comercio,
Trabajo, Justicia e Inmigración de los Estados Unidos, los
presidentes de ambas naciones, etc.

El gobierno mexicano pagaba los servicios de
detectives privados en Estados Unidos.

Una considerable correspondencia entre las instituciones
gubernamentales y privadas muestra la
profusa colaboración que existía en la vigilancia
ejercida sobre los magonistas exiliados en
Norteamérica.

En febrero de 1906, según Cockcroft, la redacción del programa del Partido Liberal
Mexicano se estaba ya realizando.

En ella colaboraron varios autores y muchos mexicanos
fueron consultados por correo o verbalmente.

Líderes sindicales de Cananea desempeñaron
un papel importante en la sección laboral del
programa.

Juan Sarabia "revisó" el programa completo y, con
la asistencia de Arriaga y otros, pudo moderar las inclinaciones
anarquistas de los Flores Magón y Librado
Rivera.

La sección más larga del programa del
Partido Liberal Mexicano era la "Exposición", que pretendía hacer un
llamado a todos los mexicanos, especialmente a los obreros y
campesinos, pero también a hombres de negocios,
industriales y hacendados.

Se hacían llamados a cuadros bajos del
ejército, a la tropa en general y a los anticlericales.
Madero, en 1910, se dirigía a la élite
militar.

También se dedicaba un apasionado y extenso
párrafo a proponer salarios
más altos para todos los mal pagados maestros de primaria,
muchos de los cuales desempeñaban un papel importante en
la Revolución.

En la sección "Capital y Trabajo" se
incluía demandas avanzadas para la
época.

Un llamado a obreros y campesinos planteaba la tesis marxista
de que el trabajador es el productor de todas las riquezas,
mientras que el soberano capitalista goza del producto del
trabajo.

Por ultimo, son dignos de reproducir aquí los
párrafos del apasionado manifiesto con el que concluye el
programa, que seguramente fue escrito por Ricardo:

"TODO CAMBIARÁ EN EL FUTURO.

"Los puestos públicos no serán para los
aduladores y los intrigantes.

"No estará allí la dictadura para
aconsejar a los capitalistas que roben al trabajador y para
proteger con sus fuerzas a los extranjeros que contestan con una
lluvia de balas a las pacíficas peticiones de los obreros
mexicanos.

"MEXICANOS:

"Entre lo que os ofrece el despotismo y lo que os brinda
el programa del Partido Liberal, ¡escoged! Si
queréis el grillete, la miseria, la humillación
ante el extranjero, la vida gris del paria envilecido, sostened
la dictadura que todo eso os proporciona.

"Si preferís la libertad, el mejoramiento
económico, la dignificación de la ciudadanía, la vida activa del hombre
dueño de sí mismo, venid al Partido
Liberal.

"REFORMA, LIBERTAD Y JUSTICIA"

Capítulo seis.

EL
REVOLUCIONARIO

El 30 de septiembre de 1905 se construyó en San
Luís, Missouri, la Junta Organizadora del Partido Liberal
Mexicano.

Una de sus resoluciones fue que "los ciudadanos
mexicanos que estén de acuerdo con las ideas de este
manifiesto y anhelan la libertad de la Patria, construirán
en las poblaciones en que residan, agrupaciones secretas que
estarán en comunicación con la Junta".

A lo largo y ancho de México se organizaron
grupos, simpatizantes y militares del Partido Liberal Mexicano,
dirigidos por los magonistas desde los Estados Unidos.

A través de una copiosa correspondencia, de la
publicación y distribución del órgano informativo
y de una colaboración económica, se
construyó una red informativa que tuvo
frutos de gran trascendencia para la Revolución Mexicana,
que estallaría en todo el país en 1910.

Nos referimos a los movimientos armados de 1906 y 1908
y, sobre todo, a la redacción y difusión en todo
México del programa del Partido Liberal Mexicano,
así como la publicación de
Regeneración.

Cockcroft escribe que , de 1906 a 1908, una serie de
huelgas masivas tuvieron lugar en Cananea, Sonora, Río
Blanco, Veracruz, San Luís Potosí y en varios
centros mineros e industriales del norte de
México.

La principal fuerza
política detrás de estas huelgas era el partido
Liberal Mexicano.

Las semillas de rebeldía diseminadas por
Regeneración desde 1900, pronto comenzaron a
germinar en los cerebros proletarios.

Las huelgas laborales no sólo reflejaron un
sentimiento nacional, antiextranjero y antipatronal en los
obreros, sino también sirvieron para advertir a los
consejeros del dictador Díaz del desarrollo de
la revuelta desde abajo, desde la clase explotada.

Además, las huelgas proporcionaron la fuerza
social y el estímulo político para la revuelta del
Partido Liberal Mexicano, en 1906-1908.

Que estas huelgas fueron consideradas como una seria
amenaza al sistema económico y político del
porfiriato, lo indica la rapidez con que las tropas federales de
México y los "voluntarios" yanquis se apresuraron a
reprimirlas.

Salvador Hernández Padilla, en su libro que
citamos líneas atrás, relata, en forma amplia y
documentada, la represión militar que utilizó el
porfiriato para aplastar sangrientamente, las dos gloriosas
epopeyas huelguísticas de Cananea y Río
Blanco.

Un mes antes de que se publicara el programa del Partido
Liberal Mexicano, es decir, el 1 de junio de 1906, estalló
el primer gran disturbio en Cananea, cuando miles de obreros
hicieron un paro en la
compañía, cuyos propietarios eran
estadounidenses.

El disturbio estalló por el aumento de salarios
garantizados a los estadounidenses, pero no a los
mexicanos.

Los obreros mexicanos, que eran mayoría,
abandonaron el trabajo
para demandar jornadas de ocho horas, salario
mínimo y la introducción del sistema de méritos
que desplazara la práctica discriminatoria de
contratación.

Un incidente a tiros en el patio de la
compañía, en el cual perecieron tres mexicanos y
dos estadounidenses, provocó dos días de
motines.

Durante estas primeras cuarenta y ocho horas, los
rurales mexicanos, los gendarmes y soldados irrumpieron desde sus
guarniciones de la frontera norte
y Cananea.

Respondiendo al urgente llamado del gerente de la
compañía, Mr. Greene, aproximadamente 275 yanquis
voluntarios armados llegaron desde Naco, Arizona.

La participación de fuerzas militares yanquis,
unidas al ejercito mexicano, para ejecutar el genocidio de los
proletarios sonorenses, era parte del plan de
cooperación que ambas burguesías, la mexicana y la
yanqui, había estado realizando desde 1904, cuando los
magonistas llegaron a Estados Unidos.

La violación de la correspondencia, la vigilancia
policíaca y el encarcelamiento de los revolucionarios,
eran otros componentes de ese plan conjunto para tratar de
aplastar el movimiento liberal contra la tiranía de
Díaz.

Cockcroft dice que el embajador de Estados Unidos en
México Mr. Thompson, después de hablar con el
tirano, le escribió al Secretario de Estado del gobierno
yanqui, Mr. Root, diciéndole que el Presidente Porfirio
Díaz, quien consideraba los disturbios de Cananea como
parte de una revolución del Partido Liberal Mexicano,
"recibiría con gusto la ayuda de los soldados federales
norteamericanos".

Todavía el 6 de junio, se escuchaban disparos
intermitentes en Cananea. Cerca de dos mil soldados mexicanos
reprimieron la huelga, y dejaron un saldo de casi cien obreros
mexicanos muertos e innumerables heridos.

También hubo seis estadounidenses
muertos.

El gobernador militar de Sonora, esa misma fecha,
amenazó con la leva militar a dos mil mineros huelguistas:
enviarlos a pelear contra los indios yanquis, rebeldes en el sur
de Sonora, si no regresaban al trabajo.

Pocos días después, la huelga
terminó.

Cockcroft afirma que no hay duda alguna de que la
agitación del PLM desempeñó un papel
importante, durante varios meses anteriores al
disturbio.

La Unión Liberal Humanidad de Cananea, fundada
por los dirigentes huelguistas Baca Calderón, Manuel M.
Diéguez, Francisco M. Ibarra, para apoyar al PLM,
distribuyó propaganda de ese partido y contribuyó a
la concientización social y política de los obreros
mineros.

Regeneración, del PLM, fue el primer
periódico que dio la noticia de la intervención
norteamericano con el añadido de:

"¡INVASIÓN DEL TERRITORIO
NACIONAL!

"¡TRAICIÓN!

"¡El dictador ha pedido que los pies de las
legiones extranjeras pisoteen nuestro suelo y rompan
nuestras humanidad!"

El embajador Thompson envió al departamento de
Estado una serie de mensajes que urgían a la rápida
represión del PLM y de Regeneración en los
Estados Unidos. "Regeneración, añadía
el embajador, está haciendo propaganda a favor del
"anarquismo", de la revolución.

En respuesta, tropas de caballería de los Estados
Unidos fueron enviadas a la frontera de Sonora con Arizona y se
mantuvieron allí hasta después de la revuelta de
1906.

Una vez reprimida militarmente la huelga de Cananea, los
magonistas decidieron levantarse en armas contra la
tiranía porfirista.

Tanto en términos ideológicos como de
preparación militar, el PLM aportó contribuciones
claves en el desarrollo de la revolución de
1910-17.

Aunque no tuvieron éxito en el derrocamiento de
la dictadura porfiriana, las revueltas del PLM de 1906 y 1908
ayudaron a socavar su régimen.

Los militares armados del PLM obtuvieron valiosas
experiencias en el campo de batalla, que habían de ser
útiles en la lucha contra la dictadura que estalló
a fines de 1910.

Las revueltas de 1906 y 1908 buscaron cumplir el
programa del PLM, con especial hincapié en el Código
Laboral y en la restitución de las propiedades comunales
de los campesinos desposeídos.

Una condición especial de los insurrectos fue que
no depondrían sus armas "hasta el triunfo de la
revolución".

Esta condición también la
enarbolarían, más adelante, los zapatistas ante
Madero, a quien consideraban traidor a la
Revolución.

La revuelta de 1906 fracasó porque el gobierno de
Díaz tuvo noticias de los planes de PLM antes de que
entrara en acción.

El gobierno utilizó un eficiente sistema de
espionaje, que incluía los servicios de la detectives de
la Agencia Pinkerton, incursiones en el cuartel general del PLM y
la intercepción constante del correo del partido, hecha
por el cónsul de San Luís, Diebolds, con la
colaboración de las autoridades de los servicios postales de
los Estados Unidos.

El primer levantamiento fue planeado para el 16 de
septiembre de 1906, pero fue pospuesto cuando los dirigentes del
PLM se enteraron de que el gobierno de Díaz estaba
enterado de la fecha.

Lo que retrasó también la revuelta fue el
arresto de Librado Rivera y la destrucción de
Regeneración en San Luís, el 15 de
septiembre, por las fuerzas combinadas del Departamento de
Justicia de los Estados Unidos, los funcionarios de
inmigración y los detectives de Pinkerton.

Arizona, Texas y Veracruz fueron los principales centros
de dirección para este primer levantamiento.

A nombre del PLM, Ricardo escribió instrucciones
de rebeldía para armar a los trabajadores de Cananea,
confiscar las armas de Greene, apoderarse de las aduanas en
Agua Prieta y
Nogales, conferenciar con los líderes yanquis y atraer a
los soldados.

El 4 de septiembre de 1906, guardas de Arizona
invadieron los hogares de los miembros del PLM en Douglas, Mowry
y Patagonia.

Los guardias confiscaron el periódico El
Demócrata
del PLM, descubrieron los escondites de
armas y arrestaron a 15 rebeldes.

El 2 de septiembre, Ricardo y Juan Sarabia llegaron a El
Paso, Texas, donde coordinaron los planes para el levantamiento
con Antonio I. Villarreal, César E. Canales, Prisciliano
G. Silva, el profesor Lauro
Aguirre y otros miembros del PLM que operaban a lo largo de la
frontera.

El 26 de septiembre, Juan José Arredondo y
León Ibarra, con otros 30 rebeldes, tomaron la plaza
principal de Jiménez, Coahuila, cortaron las principales
líneas de teléfono y se apoderaron del tesoro del
pueblo.

Sin embargo, las tropas federales irrumpieron en la
escena y dispersaron a los rebeldes, en el que fue primer
derramamiento de sangre del
levantamiento armado.

Cockcroft cuenta que el segundo ataque ocurrió en
Acayucan, Veracruz, del 30 de septiembre al 3 de octubre de 1906.
Más de mil hombres se levantaron en armas.

El comandante del PLM, Hilario C. Salas, dirigió
la primera carga sobre Acayucan, con aproximadamente 300
indígenas a su mando.

Salas fue herido en la pierna y se vio obligado a
retirarse con sus tropas.

Cerca de esa población se produjeron ataques similares
¾ al grito de "¡Muera
Porfirio Díaz!" y "¡Viva el Partido liberal!"
¾ de los miembros del PLM y de
indígenas-campesinos contra Chinameca, Minatitlán e
Ixhuatlán, pero fueron rechazados por las tropas
federales.

Los rebeldes que no fueron capturados ni muertos en
batalla, ni enviados a San Juan de Ulúa o ejecutados,
huyeron a la sierra de Soteapan para reagruparse.

Un tercer levantamiento de PLM ocurrió cerca de
Camargo, Tamaulipas, a mediados de octubre, cuando Jesús
M. Rengle y otros militantes del PLM lucharon contra las tropas
del ejército de Reserva y contra los Rurales.

Los rebeldes fueron rechazados y fueron a extenderse a
todo lo largo de la frontera de Texas y Tamaulipas.

El objetivo más importante del PLM era Ciudad
Juárez, Chihuahua.

Cuatro años y medio más tarde, la
posesión de esta ciudad por los maderistas
precipitó la salida de Porfirio Díaz de
México.

El intento fracasó debido a que agentes secretos
informaran el gobernador y la traición de un ex miembro
del Club Liberal "Ponciano Arriaga", quien logró que
arrestaran a tres de los dirigentes: Sarabia, Canales y Vicente
de la Torre.

Al mismo tiempo, al otro lado de la frontera, en el
Paso, las autoridades de inmigración de los Estados Unidos
y los detectives de la Pinkerton arrestaron a Antonio L.
Villarreal, Lauro Aguirre, José Cano y a un buen
número de rebeldes.

Solamente Ricardo y Modesto Díaz lograron escapar
de El Paso.

Las autoridades de los estados Unidos asaltaron el
cuartel general del PLM y se apoderaron de muchos documentos
comprometedores.

De este modo, los nombres de los colaboradores del PLM y
de los suscriptores de Regeneración de todos los
Estados de México, fueron descubiertos y transmitidos a
todos los funcionarios y policías del gobierno mexicano y
del estadounidense.

Los grupos armados del PLM en todo Chihuahua fueron
rápidamente derrotados o dispersados.

Una copiosa correspondencia entre el gobernador Creel y
el presidente Díaz daba noticias de continuos arrestos en
todo México.

El segundo fruto de la cosecha revolucionaria,
después de la represión militar mexicana- yanqui de
la huelga de Cananea, fue la huelga nacional textil cuyo centro
se encontraba en Río Blanco, Veracruz.

Regeneración y el programa del PLM fueron
sembrados en todo México, pero los dos frutos más
valiosos para la revolución brotaron en Cananea y
Río Blanco.

Cockcroft nos dice que Manuel Ávila dio a leer el
programa del PLM a los obreros textiles de Veracruz.

El agitador liberal José Neira, de Río
Blanco, amigo de Camilo Arriaga, mantuvo contacto con el PLM.
Neira ayudó a fundar el semanario de los trabajadores
textiles de Río Blanco, La Revolución
Social
.

Cuando los patrones redujeron salarios en noviembre de
1906, los obreros textiles fueron a la huelga (4 de diciembre de
1906).

Este movimiento fue apoyado por militantes del
PLM.

Abraham Trujillo, obrero consciente, el 7 de diciembre
dirigió una manifestación callejera y
proclamó la necesidad en México de una tercera
revolución, considerando que las anteriores fueron la
Independencia
y la Reforma.

Al mismo tiempo, los trabajadores poblanos lanzaron un
código laboral detallado, que claramente reflejaba la
influencia del programa del PLM.

Los patrones respondieron tomando represalias el 22 de
diciembre, con el cese de entre 20 mil y 30 mil trabajadores en
esa zona de Orizaba.

El dictador Díaz, el 4 de enero de 1907,
pronunció un laudo afirmando que no se permitirían
más huelgas en México, que todos los obreros
textiles de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Querétaro, Jalisco
y el Distrito Federal regresaran a sus trabajos el 7 de
enero.

Los obreros obedecieron, menos en Río Blanco,
donde se produjo un incidente en la tienda de raya.

Durante un forcejeo, obreros irritados mataron a un
empleado; segundos más tarde la tienda estaba en
llamas.

Las tropas federales corrieron al sitio y dispararon
contra un puñado de obreros que ocupaban el palacio
municipal.

Muchos obreros huyeron a Nogales, Veracruz, donde fueron
de nuevo atacados por las tropas.

El cónsul general de los Estados Unidos en la
Ciudad de México telegrafió al Departamento de
Estado de su país para informar que la situación en
Orizaba era grave; había ya 49 muertos; que el
Subsecretario de Guerra iba a ese lugar, que una gran fuerza de
tropas federales se dirigía hacia el escenario del
disturbio y que la prensa de aquí, subsidiada casi en su
totalidad, ha recibido instrucciones específicas de no dar
noticias acerca de la gravedad de la situación.

Los obreros que habían escapado de la matanza
escuchando el triste tañido de muerte en Río
Blanco, decidieron regresar para recoger los cuerpos de sus
muertos.

Fueron atacados en el camino por refuerzos federales,
quienes dispararon sobre los trabajadores desarmados que
avanzaban.

Hubo un número indeterminado de muertos, todos
obreros textiles, durante la más sangrienta matanza de la
dictadura porfirista.

El de 1908 fue el segundo levantamiento magonista contra
la tiranía porfirista burguesa.

Pero, tanto del primer levantamiento de 1906 como de
este segundo, el gobierno mexicano se enteró con
anterioridad y con la ayuda del gobierno de Estados Unidos, los
aplastó sangrientamente.

El segundo brote armado estaba planeado para septiembre
de 1907, pero el arresto de Ricardo, Librado Rivera y Antonio J.
Villarreal en Los Ángeles,
en agosto de 1907, hizo que se pospusiera.

Los miembros del PLM acordaron dedicar sus recursos
económicos a la defensa legal de sus líderes ya
reunir más armas y más apoyo popular que en 1906,
en contra del ejército mexicano, más poderoso, de
las patrullas fronterizas estadounidenses y de una vasta red de espionaje.

En virtud del segundo levantamiento, el 23 de junio de
1908, las autoridades de El Paso irrumpieron en la casa de
Prisciliano G. Silva y confiscaron más de tres mil
cartuchos de municiones.

Entre los documentos sustraídos estaba una
extensa carta de Ricardo
a su hermano Enrique, fechada 7-9 de junio de 1908, donde se
exponen los planes detallados para la rebelión en casi
todos los Estados de la República.

Planes adicionales del PLM fueron descubiertos en Casas
Grandes, Chihuahua.

Una redada del gobierno en ese lugar, el 18 de julio,
propició la captura de 20 rebeldes del PLM y una cantidad
de documentos comprometedores.

Tan rápida acción del gobierno, repetida
en otros Estados de la República, impidió al PLM
hacer su levantamiento a nivel nacional.

El primer hecho de armas ocurrió el 24 de junio
en Viesca, al sur de Coahuila, cuando los rebeldes lanzaron un
ataque armado a los gritos de "iViva la revolución! iViva
el Partido Liberal!".

Los rebeldes asaltaron las oficinas del gobierno
municipal, la casa del jefe político y la sucursal del
banco de Nuevo
León.

Por un breve periodo tuvieron el control, pues en uno o
dos días llegaron tropas federales suficientes para
recuperar el pueblo.

El 26 de junio, un grupo de rebeldes del PLM, en Las
Vacas, Coahuila, atacó la guarnición
militar.

Después de sufrir considerables bajas, los
rebeldes se retiraron.

El 30 de junio y el primero de julio, hubo tiroteos en
las calles de Palomas, Chihuahua.

Cincuenta rebeldes se levantaron en Casas Grandes y al
ser rechazados, se dirigieron a Palomas.

El PLM fue aplastado; los que no fueron muertos
anduvieron por el desierto cercano durante días antes de
encontrar refugio en los Estados Unidos.

Similares derrotas sufrió el PLM en los Hornos,
Matamoros, y en Sierra de Jimulco, Coahuila.

En Baja California, un pequeño contingente del
PLM atacó Mexicali y luego se movió tierra
adentro.

En Sonora, los indígenas yaquis rebeldes,
encabezados por Palomares, se limitaron básicamente a
combatir en las montañas.

Más tarde Palomares fue arrestado.

En el Estado de Veracruz, en donde muchos campesinos se
habían levantado en 1906, los planes del PLM fueron
desbaratados.

Los arrestos ordenados por el gobierno frustraron una
nueva revuelta planeada para Orizaba y otras
localidades.

Debido a semejante trastorno, las comunicaciones
entre los miembros del PLM se interrumpieron en todo
México. Reinó la confusión total entre los
revolucionarios.

Mientras tanto, el Procurador General de los Estados
Unidos ordenó que los altos dirigentes del movimiento,
Ricardo, Rivera y Villarreal, confinados en la cárcel del
condado de Los Ángeles, California, desde fines de 1907,
fueran incomunicados.

Las tropas estadounidenses fueron reforzadas a lo largo
de la frontera de 1908 a 1910.

Tales precauciones, junto con más arrestos de
dirigentes del PLM, obligaron a los rebeldes a diferir los planes
de futuros levantamientos armados y mantener la clandestinidad y
la guerra de guerrillas hasta el resurgimiento de unidades de
combate en la insurrección armada nacional de 1910,
convocada por los maderistas.

Capítulo Siete.

EL
ANARQUISTA

Librado Rivera, el más fiel y constante de los
camaradas de Ricardo, en el prólogo al libro Ricardo
Flores Magón, el apóstol de la Revolución
Mexicana, de Diego Abad de Santillán, dice que ya en 1900
Ricardo conocía La conquista del pan y La filosofía
anarquista de Pedro Kropotkin. Y que había leído a
Bakunin, las obras de Juan Grave, Enrique Malatesta y
Máximo Gorki, a quienes respetaba como sus maestros y por
los cuales sentía especial predilección.

Rivera, en ese mismo prólogo, reconoce que no hay
partido político que lance vivas muy altas a la
anarquía y haga especial propaganda de la belleza de ese
ideal, como lo hizo Regeneración.

Desde temprana edad las ideas anarquistas habían
tenido cariñosa aceptación en la mente de
Ricardo.

Debido a su iniciativa, en 1902 se publicó en
Vesper parte de La conquista del pan, de Pedro
Kropotkin.

En 1906, Ricardo asistió a las conferencias de
Emma Goldman en San Luís Missouri.

En esa misma ciudad, Ricardo conservó estrecha
amistad con un grupo anarquista ruso y, en especial, con
Florencio Bazora, un anarquista español que tuvo para con
Ricardo un cariño de hermano.

Bazora contribuyó mucho a fomentar la
campaña de propaganda revolucionaria, ayudando con su
dinero, vendiendo Regeneración y colectando fondos
para la vida del periódico.

Florencio comprendía cuáles eran los fines
de Ricardo: trabajar en el seno del Partido Liberal para
difundir, en el pueblo mexicano, los hermosos ideales
anarquistas.

Librado dijo que Ricardo odiaba, desde joven, toda
tiranía y todo gobierno.

Cuando los miembros armados del PLM solicitaban que la
junta los nombrara jefes, Ricardo era el primero en rechazar tal
sugerencia, pues contestaba en todas esas ocasiones que los
mismos grupos tenían que nombrar sus jefes de entre ellos
mismos, o quitarlos cuando así lo juzgaran
conveniente.

"La junta no iba a convertirse en gobierno central;
nombrando jefes que, a la postre, se conviertan en tiranos de sus
mismos hermanos", decía Ricardo.

Líneas atrás, hemos visto que,
según Cockcroft, fue Camilo Arriaga quien le dio a leer a
Ricardo obras de Proudhon, Marx, Engels, Bakunin, etc.

Santiago R. de la Vega reconoció que fue Camilo
quien puso en las manos de Ricardo y demás jóvenes,
libros de Marx, Kropotkin y toda la biblioteca anarquista de la
Librería Stoock.

Las obras de los anarquistas europeos también se
podían adquirir en San Luis Potosí y otras ciudades
de México, gracias al esfuerzo de edición
y distribución de la casa española Editorial
Maucci.

Al final del siglo XIX, Maucci, rico idealista con
tendencias anarquistas, instaló una imprenta en
México.

El interés de
Maucci en el anarquismo fue la principal causa de su amistad con
Ricardo, amistad iniciada en 1900-1901, cuando, como presidente
del Comité Liberal de Estudiantes de San Luis
Potosí, invitó a Ricardo a asistir al Primer
Congreso Liberal de febrero de 1901.

Antonio Díaz Soto y Gama veía este primer
Congreso como una excelente fachada, detrás de la cual
él y otros jóvenes radicales podían
desarrollar sus ideas anarquistas y socialistas.

Cockcroft afirma que, en el Primer Congreso Liberal, fue
natural para Librado Rivera hacerse amigo de Ricardo y de Soto y
Gama, con quienes había tenido correspondencia o
conversaciones previas.

Los tres hombres eran entusiastas de las ideas
anarquistas e hicieron buen uso de la colección
bibliográfica de Arriaga.

A mediados de marzo de 1903, en el interior de la
cárcel de Belén, Ricardo, su hermano Enrique, Juan
Sarabia, Librado Rivera, Cravioto, De la Vega, De la Hoz,
Rosalío Bustamante y Martínez Valadés, se
pusieron de acuerdo en ocultar su anarquismo revolucionario,
derivado de Bakunin.

Decidieron que las palabras "socialismo" y "anarquismo",
motivo de espanto para el medio general dominante, no
debía ser utiliza das en el Programa del Partido Liberal
Mexicano, el cual, al principio, sería de carácter
amplio y no demasiado amenazante en las cuestiones agrarias y
obreras, para mantener el interés de los
liberales.

También planearon que, después de salir de
la prisión, irían a los Estados Unidos a continuar
la publicación de Regeneración, y
constituirían un programa de demandas económicas y
sociales para los obreros y campesinos.

Después organizarían a los militantes del
PLM en células
revolucionarias armadas.

De fracasar en el primer levantamiento, acordaron
"insistir una y mil veces hasta que el movimiento se
generalizase".

Finalmente, decidieron que su grupo propagaría,
cada vez en forma más abierta, la implantación del
"socialismo libertario", ahorrándose "el período de
transición de los socialistas estatales".

Esto constituyó una importante concesión
al anarquismo de Ricardo, quien estaba perfilándose como
un prominente dirigente del movimiento.

Fue en marzo de 1904 cuando, debido al anarquismo de
Ricardo, Arriaga planteó sus diferencias acerca de la
dirección del movimiento.

Aunque profundas diferencias ideológicas y
sociales subyacían en la división de Flores
Magón-Arriaga, ninguno de los liberales deseaba que ese
problema se hiciera notar, y menos en un período tan
temprano de la lucha contra la tiranía.

A principios de 1905, Arriaga consiguió que
Madero prestase dos mil dólares para la publicación
de Regeneración.

A pesar del interés de Madero por trabajar con
Ricardo, profundas diferencias ideológicas los separaban,
como veremos más adelante.

Cuando Ricardo hizo público su anarquismo, no
sólo se desligó de Arriaga, sino que logró
la definición política del hacendado burgués
Madero.

En octubre de 1905, en El Colmillo del Pueblo, Ricardo
calificó a Arriaga de virtual traidor.

Sin embargo, el anarquismo de Ricardo fue moderado por
Juan Sarabia, asistido por Arriaga, durante la redacción
final del programa del PLM.

Cockcroft afirma que tanto Práxedis Guerrero como
Ricardo y la mayoría de los dirigentes del PLM se
adhirieron más abiertamente al anarquismo durante el
periodo de 1906-1909.

El primero de junio de 1907, el PLM empezó
a publicar Revolución, sucesor de
Regeneración, en Los Ángeles,
Califonia.

Al exhortar a la ocupación de tierras, el
antiparlamentarismo, el levantamiento armado revolucionario por
el programa del PLM y una guerra de los pobres contra los
ricos, "los artículos de Ricardo se volvía cada vez
más explícitos, cada vez más
anarquistas".

A principios de ese mismo año, ya
aparecían regularmente selecciones de las obras de
Kropotkin en la página posterior de
Revolución

Cockcroft asegura que la víspera del segundo
levantamiento armado ( 1908), una mayoría de la Junta
Organizadora del PLM, encabezada por Ricardo, Enrique, Rivera y
Guerrero, acordó, secretamente, inclinar el movimiento al
anarquismo.

El 13 de junio de 1908, Ricardo escribió una
carta a su hermano Enrique y a Práxedis Guerrero, donde
les informaba que Librado Rivera está de acuerdo con el
contenido de ella:

"Como anarquistas sabemos bien todo esto. Sabemos
bien lo que hay que esperar del mejor gobierno que pueda pasar
sobre cualquier pueblo y como anarquistas, debemos poner todo lo
que esté a nuestro alcance para que la revolución,
que está en vísperas de estallar; dé al
pueblo todos los beneficios que sean posible
conquistar:..

Todo se reduce a mera cuestión de
táctica. Si desde un principio nos hubiéramos
llamado anarquistas, nadie, a no ser unos cuantos, nos
habrían escuchado.

"Sin llamarnos anarquistas, hemos ido prendiendo en
los cerebros, ideas de odio contra la clase poseedora y contra la
casta gubernamental.

" Ningún partido liberal en el mundo tiene las
tendencias anticapitalistas del que está próximo a
revolucionar en México, y eso se ha conseguido sin decir
que somos anarquistas, y no lo habríamos logrado aunque
nos hubiéramos titulado no anarquistas. Todo es, pues,
cuestión de táctica.

"Debemos dar las tierras al pueblo en el curso de la
Revolución,. de ese modo no se engañará
después a los pobres.

"No hay un solo gobierno que pueda beneficiar al
pueblo contra los intereses de la burguesía. Esto lo saben
bien ustedes como anarquistas… debemos dar posesión al
pueblo de las fábricas, las minas, etc..

"Para no echamos encima a la nación entera,
debemos seguir la misma táctica que hemos ensayado con
tanto éxito,. nos seguiremos llamando liberales en el
curso de la Revolución, pero en realidad iremos propagando
la anarquía y, ejecutando actos anárquicos, iremos
despojando a los burgueses y restituyendo al
pueblo…

"Creo que es necesario que vengan muchos anarquistas
para que aleccionen al pueblo. Además, es bueno hacer
reimprimir folletos y libros anarquistas para que sean repartidos
por millones…

"Sé que de escoger dos caminos para las
expropiaciones, la junta puede decretarlas, o bien los obreros
pueden consumarlas, y este último caso me parece el mejor;
porque disfraza muy bien el carácter anarquista de la
Junta.

"No tenemos más que aprobar hechos consumados.
Para seguir esta última táctica hay necesidad de
hacer una gran agitación entre los obreros, repartirles
folletos, libros, meter entre ellos agitadores
anarquistas…

" la cuestión es traerse, una vez comenzada y
formalizada la revolución, ungran número de
compañeros de Europa, a fomentar en México la
publicación de muchos periódicos anarquistas…,
sólo los anarquistas van a saber que somos anarquistas, y
les aconsejaremos que no nos llamen anarquistas, para no
atemorizar a tanto imbécil que en el fondo de la conciencia abriga
ideales como los nuestros, pero sin saber que son ideales
anarquistas, pues están acostumbrados a oír hablar
de los anarquistas en términos
desfavorables..

El siguiente documento anarquista sería el
Manifiesto del 23 de septiembre de 1911, pero antes de analizarlo
relataremos, brevemente, los hechos ocurridos entre magonistas y
maderistas.

Capítulo Ocho.

MAGONISTAS Y
LIBERALES

El cisma Flores Magón-Camilo Arriaga de
1904-1905, presagió las diferencias políticas de
los magonistas y maderistas durante 1906- 1910.

La división en el seno de los liberales se
debió a la radicalización hacia la izquierda de la
ideología y de los planteamientos
políticos, así como el llamamiento a la
insurrección armada, por parte de los magonistas,
encabezados por Ricardo.

Esta radicalización tuvo sus frutos en la
fundación del Partido Liberal Mexicano (1905), con la
influencia de las huelgas de Cananea y Río Blanco y con
los levantamientos armados de 1906, 1908 y 1910.

La tendencia reformista de Camilo Arriaga, en 1906, fue
ocupada y encarnada por el movimiento maderista.

Mientras los reformistas planteaban demandas puramente
políticas, con medios
pacíficos y legales, cuyo fin era sustituir la
tiranía porfirista por un nuevo sistema
político "democrático" –es decir, perpetuar el
capitalismo en
nuestro país, los magonistas, desde 1905, comenzaron a
organizarse militarmente para derrocar, con las armas, el sistema
capitalista e instaurar una sociedad sin propiedad
privada, sin ricos ni pobres y sin gobierno.

Una sociedad en que la tierra, las fábricas y
todas las riquezas estuviesen en manos de sus propios creadores:
los trabajadores del campo y la ciudad.

Cuando los magonistas estaban listos para levantarse en
armas en 1906, Madero rehusó proporcionar armas a los
miembros del PLM, alegando que "el general Porfirio Díaz
no es un tirano: es algo rígido pero no un tirano, y
aún cuando fuera un tirano, yo nunca prestaré
ninguna ayuda para hacer una revolución, pues tengo horror
por el derramamiento de sangre".

Madero creía que los problemas de
México eran fundamentalmente políticos y no
económicos.

Durante su campaña presidencial de 1910, se opuso
a las Leyes de Reforma, afirmando que violaban la libertad
política y que los intereses religiosos no eran una
amenaza para México.

A los trabajadores de Orizaba y San Luis les dijo que no
les estaba ofreciendo aumentar los salarios ni disminuir las
horas de trabajo, "sino libertad, porque la libertad os
servirá para conquistar el pan…, el pueblo no pide pan,
pide libertad".

En tanto, los magonistas sufrieron 10 años
persecuciones, cárceles, destierro y muertes, los
maderistas, con su lucha legal y pacífica, solo dos
años ( 1909-1910) experimentaron la represión
porfiriana.

En agosto de 1910, Ricardo, Librado Rivera y Antonio I.
Villarreal salieron de la cárcel de Arizona y se
trasladaron a Los Ángeles, California, a reanudar la
publicación de Regeneración.

Durante ese otoño este periódico hizo
hincapié en las metas socioeconómicas radicales
propuestas por los revolucionarios del PLM y en la necesidad de
la violencia
armada para lograr esos fines.

Desdeñoso del electorerismo pacífico de
Madero, Regeneración del 3 de septiembre
expresó: "Nuestras boletas electorales van a ser las balas
que disparen nuestros fusiles".

Tres semanas después, el órgano magonista
proclamó el lema de los anarquistas: TIERRA y
LIBERTAD.

El 8 de octubre, el PLM aseguró que México
estaba comprometido en una guerra de clases y que la reforma
política maderista no sólo era inadecuada, sino
también "un crimen, porque el mal que aflige al pueblo
mexicano no se cura con quitar a Díaz y poner en su lugar
a otro hombre".

Cinco días antes del levantamiento maderista, la
Junta del PLM publicó un manifiesto exhortando a sus
militantes a aprovecharse de ese levantamiento
reformista.

El manifiesto advertía que Madero representaba
"al partido conservador", y

recomendaba a los miembros del PLM no hacer causa
común con el movimiento personalista de Madero.

También se declaraba que la Junta no había
celebrado, ni podía celebrar, pacto alguno con los
antirreeleccionistas de Madero.

El 3 de enero de 1991, en el documento, "Instrucciones
generales" a los revolucionarios del PLM, la Junta de 1908
hacía hincapié en que la revolución estaba
dirigida contra los tiranos y la rapacidad de los explotadores
capitalistas cualquiera que sea la raza a que
pertenezcan.

Se autorizaba la colaboración con las fuerzas de
Madero durante el combate, pero se reiteraban las diferencias
básicas de los dos movimientos.

Cockcroft escribe que después de febrero de 1911,
las victorias militares de los antiporfiristas se expandieron por
todo México con gran rapidez.

Magonistas, maderistas y zapatistas luchaban contra el
ejército porfirista.

De todos esos grupos, solamente el PLM tenía la
experiencia, las armas y los combatientes fogueados por la lucha
militar desde hacía ya cinco años.

La historia oficial sólo
narra las batallas realizadas por los maderistas.

Sin embargo,los datos disponibles
revelan que la facción maderista no tuvo éxito en
sus fases iniciales.

En cambio, el PLM proporcionó hombres, armas y
victorias militares en el periodo de noviembre de 1910 a febrero
de 1911, lo cual ayudó a mantener el ímpetu del
movimiento armado contra la tiranía.

Muchos de los orozquistas dirigidos por Pascual Orozco,
hijo, que también obtenían triunfos militares,
provenían del PLM.

Frecuentemente, los dos grupos (maderistas y
orozquistas) actuaron juntos.

Antes de febrero de 1911, victorias significativas del
PLM ocurrieron en Veracruz, Chihuahua y Baja
California.

El 29 de enero de 1911, Mexicali, capital de Baja
California, cayó en manos de los militantes armados del
PLM.

Ésta fue la victoria mayor contra Porfirio
Díaz en el campo de batalla hasta ese momento; el PLM
dominó todo el resto del norte de Baja
California.

La tiranía, con el fin de difamar y restar
influencia política a los magonistas, acusó al PLM
de estar controlado por intereses filibusteros
"yanquis".

Los historiadores gubernativos, escribanos de los
vencedores, no mencionan las relaciones políticas y
militares que existieron entre magonistas y
orozquistas.

Michael C. Meyer, en su biografía de Pascual
Orozco, hijo, afirma que Práxedis Guerrero, dirigente y
teórico magonista, fue el principal contacto entre la
Junta del PLM y el grupo orozquista.

En diciembre de 1910, Orozco mandó a los Estados
Unidos un enviado a solicitar elementos de combate a Ricardo
Flores Magón.

A mediados de enero de 1911, los dos principales
comandantes del campo de batalla en Chihuahua fueron Orozco y
Luis García, éste último miembro del PLM, y
coopera- ron el uno con el otro.

En el norte y en el oeste, cientos de soldados del PLM,
al mando de José de la Luz Blanco,
estaban ganando escaramuzas guerrilleras entre Sonora y
Chihuahua, frecuentemente en colaboración con las tropas
de Orozco.

El ataque de Orozco del 8 al 10 de mayo de 1911 sobre
Ciudad Juárez, lo realizó desobedeciendo
órdenes de Madero.

Este ataque precipitó la rendición y huida
de Porfirio Díaz de México.

Durante toda la campaña contra el tirano, el
ejército de Orozco fue el arma más efectiva de
Madero.

Los combates de Orozco con frecuencia se produjeron con
la ayuda de veteranos del PLM.

Más tarde, Enrique y Jesús Flores
Magón afirmaron que un número considerable de
héroes del movimiento armado habían sido miembros
del PLM.

Después de leer la lista de los magonistas que
participaron en el movimiento armado de 1910, ya no puede
afirmarse, como lo hacen los sacerdotes de la ideología
oficial, de que los seguidores de Ricardo eran únicamente
"precursores" de ese movimiento bautizado por la ideología
burguesa mexicana como "Revolución de 1910".

Con o sin la aprobación de Madero, los maderistas
buscaron el apoyo de tropas y jefes del PLM, haciendo circular el
rumor de que Madero podía ser presidente y Ricardo
vicepresidente. Flores Magón negó rotundamente esto
en la edición del 5 de febrero de 1911 de Regenera
ción,
en la que reiteró su punto de vista
anarquista de que "los gobiernos son los guardianes de los
intereses de las clases ricas".

Sin embargo, muchos miembros del PLM cayeron
engañados por la treta maderista y marcharon al lado de
los seguidores de Madero.

Además, la circulación de
Regeneración en el interior de México
disminuyó a causa de la guerra y la
confusión.

El 11 de febrero de 1911, tres días antes del
regreso de Madero a suelo mexicano, las tropas de Prisciliano G.
Silva tomaron Guadalupe. Chihuahua, e izaron el emblema de
"TIERRA y LIBERTAD".

Mientras el PLM ganaba las principales victorias en
Casas Grandes, Guadalupe y Mexicali.

Ante esta situación Madero estaba preocupado,
porque sus fuerza! eran ineficaces y, por tanto, necesitaba una
victoria importante.

Por ello cruzó la frontera para reclamar la
dirección de las fuerzas que operabar en
Chihuahua.

Cuando Madero encontró una fuerte resistencia de
los federales pidió a Silva refuerzos y transporte.

Cuando el magonista Silva ayudó , Madero, como lo
hizo antes Judas, lo abrazó y lo declaró
prisionero, y lo pudo hacer porque en ese momento recibía
apoyo militar de otro magonista Gutiérrez de Lara, quien
representaba el ala socialista del PLM, la cual estaba resentida
con la mayoría anarquista de la Junta del partido,
encabezada por Ricardo.

A partir de ese instante, y gracias a la división
de Silva y Gutiérrez de Lara, Madero, al apresar al
primero de estos dos dirigentes magonistas logró ponerse
al frente del movimiento armado.

Ricardo, al enterarse de la acción de Madero,
publicó en Regeneración del 25 de febrero de
1911 el artículo "Francisco I. Madero es un traidor a la
causa de la libertad".

De marzo a mayo de 1911, las fuerzas de Díaz
sufrieron reveses el todo el país.

Los maderistas y zapatistas ganaron nuevas e importante:
victorias.

Madero seguía insistiendo en que las tropas del
PLM obedecieran sus órdenes; cuando su poder lo
permitía, arrestaba a aquellos que persistían en la
autonomía del PLM.

En abril de 1911, arrestó y desarmó en
Chihuahua a Luis García ya otros cinco comandantes por
haber izado a bandera roja del PLM de "TIERRA y LIBERTAD", y por
haber solicitado permiso para actuar independientemente del mando
de Madero.

Madero consideró este hecho "como un acto de
rebeldía a mi gobierno".

Los tratados de paz en Ciudad Juárez, firmados
por Madero con el dictador, no sólo fueron criticados por
los magonistas y por el ala izquierda de los maderistas, sino por
Luis Cabrera y Venustiano Carranza, asociados al movimiento
reyista.

Estos últimos consideraban los tratados como una
transacción de Madero que lo acercaban a la
traición ala revolución.

Muchos Maderistas del ala izquierda, entre los que
estaban Jesús Flores Magón, Vázquez
Gómez y Orozco, miraban con recelo la ulterior actitud
traidora de Madero.

Estos maderistas pensaron que la revolución no
había traído ningún cambio, puesto que los
porfiristas y reyistas continuaban en el gobierno.

Una vez que el dictador fue expulsado del país,
Madero inició un viraje hacia la derecha, reformó
el Partido Antirreeleccionista, impuso a Pino Suárez como
candidato a vicepresidente, desarmó a sus fuerzas,
lidió a Zapata que entregase las armas y permitió
que el ejército porfirista, encabezado por Huerta,
Blanquet y Reyes, asesinase maderistas y zapatistas.

La traición de Madero no tomó por sorpresa
a los radicales del PLM, pues ese partido se había
anticipado al movimiento agrario zapatista,utilizó el lema
"¡TIERRA y LIBERTAD!", y delineó la división
entre Zapata y Madero, al sufrir la traición militar de
Madero antes de la que sufriría Zapata y, en lo esencial,
al insistir en la lucha por metas socioeconómicas en el
campo.

Cockcroft señala que el PLM fue consistentemente
más agresivo, en su política y en su acción,
que el movimiento zapatista.

Desde el principio, el PLM hizo presión
sobre otros grupos revolucionarios para que asumieran una
posición más a la izquierda, a favor de los obreros
y campesinos.

Por su posición ideológica y
revolucionaria, el partido sirvió como una fuerza
constante para radicalizar los acontecimientos, es decir,
dirigiendo la revolución hacia la izquierda, a favor de
los obreros y campesinos.

Fue hasta el periodo posterior a 1913 cuando los
zapatistas radicalizaron más sus ideas, de acuerdo con el
patrón establecido años antes por el PLM, su
programa y lemas revolucionarios.

Capítulo Nueve

EL
ANARQUISTA DERROTADO.

El 23 de septiembre de 1911, Ricardo y Enrique
Flores Magón, Rivera y Figueroa publican el primer
manifiesto anarquista:

"Contra el capital, la autoridad y el clero, el Partido
Liberal Mexicano tiene enarbolada la bandera roja en los campos
de acción en México, donde nuestros hermanos se
baten…

"Todo lo que produzcan será enviado al almacén
general, en la comunidad, del
que todos tendrán derecho a tomar todo lo que necesiten,
según sus necesidades.

"A escoger, pues: o nuevo gobernante, esto es, un nuevo
yugo, o la expropiación salvadora y la abolición de
toda imposición religiosa, política o de cualquier
orden: "TIERRA y LIBERTAD".

Los radicales del PLM, dirigidos por Ricardo de 1910 a
1918, en su periódico Regeneración tomaron
posiciones críticas frente a las facciones zapatistas,
villistas y carrancistas.

En la medida que los zapatistas eran los únicos
que aplicaban más claramente las metas agrarias del
programa del PLM, era predecible que Ricardo y sus seguidores, en
1913, apoyaran a los zapatistas frente a los
carrancistas.

Los villistas, por su parte, eran elementos rancheros,
trabajadores migrantes, mineros y desempleados.

El movimiento villista no fue radical en el problema de
la tierra como lo era el movimiento zapatista; las ambiciones y
esperanzas de los villistas eran más comerciales que las
de los campesinos zapatistas sin tierra.

Los carrancistas fueron, hasta antes del surgimiento del
grupo de Agua Prieta, Sonora (Obregón, Calles, Camacho,
Cárdenas, etc.), los políticos que representaban
los intereses de la burguesía nacional apoyada por el
imperialismo
yanqui.

Además de la división y el debilitamiento
del ala radical del PLM, de la traición de Madero, del
alejamiento de Camilo Arriaga, Jesús Flores Magón,
Juan Sarabia, Díaz Soto y Gama y otros militantes del PLM,
Ricardo y su pequeño grupo de anarquistas sufrirían
otro golpe mortal cuando Carranza engañó a los
dirigentes de la Casa del Obrero Mundial, cuyos primeros
líderes fueron anarquistas, y los envió a pelear
contra sus hermanos de clase: los campesinos
villistas.

Como acertadamente escribiría años
más tarde José Revueltas en su Ensayo sobre un
proletariado sin cabeza,
la burguesía nacional,
representada por Carranza, no sólo dividió a los
hermanos de clase, obreros y campesinos, sino que lanzó a
los primeros contra los segundos para poder debilitar al pueblo
trabajador y consolidarse como clase dominante, organizar el
nuevo régimen político y lograr continuar el
desarrollo capitalista, con sistemas modernos
de dominación ideológica y control político
de las masas trabajadoras mexicanas.

Varios autores están de acuerdo en que el
régimen tuvo razón al predecir que los reformistas
burgueses (Madero, Carranza y Obregón) sólo iban a
quitar a los gobernantes porfiristas y colocarse ellos el
gobierno para seguir explotando a los trabajadores y continuar
oprimiéndolos políticamente.

La intervención norteamericana en el
México de 1914 ha sido un acontecimiento poco estudiado y
analizado en su contexto político.

Las causas de lo anterior, por parte de los
historiadores oficiales, se encuentran en la razón misma
de esta agresión que fue realizada para derrumbar la
dictadura de Victoriano Huerta y apoyar la subida al poder del
jefe constitucionalista burgués, Venustiano
Carranza.

Por lo anterior, los artículos de Ricardo
publicados en Regeneración y recopilados por el
grupo Antorcha con el título 1914: la
intervención norteamericana en México,
merecen
ser leídos por quien quiera saber la verdad que tratan de
ocultar los ideólogos burgueses.

Estos artículos rebaten clara y continuamente la
infamia de la burguesía que acusó de filibusteros a
Ricardo y sus seguidores cuando liberaron, con las armas, Baja
California en 1911.

Para el grupo Antorcha queda claro que Ricardo
jamás urdió complot alguno en contra de la soberanía mexicana.

El mundo sin fronteras por el que luchó como
anarquista, no presuponía la intervención de
potencias extranjeras en territorio nacional.

Como anarquista Ricardo amaba la tierra y los montes de
la Cañada oaxaqueña que lo viera nacer, el idioma
común de sus hermanos, y luchaba en contra de los piratas
de las finanzas,
descubriendo directa y valientemente a los cobardes, escudados
tras sus disfraces patrioteros-chauvinistas.

Fue también en 1914, cuando estalló la
primera Guerra
Mundial, cuando Ricardo, al igual que Lenin, planteó
la necesidad de convertir dicha conflagración en
revolución socialista.

En 1918, Ricardo, desde su posición anarquista,
criticó a los bolcheviques, pues advertía que la
revolución
rusa se estaba gestando en un marco socialista
autoritario.

Cuando Carranza triunfó sobre el villismo,
ayudado por los dirigentes de la Casa del Obrero Mundial, y
cuando se perfiló como presidente de la república,
Ricardo, en un artículo anarquista de 1915,
escribió:

"Gobierno es lo mismo que tiranía; gobernante es
lo mismo que opresor. Un gobierno, cualquiera que sea su forma,
no es otra cosa que una institución creada para defender
las personas y los intereses de la clase rica, contra las
posibles agresiones de la clase pobre a esas personas y a esos
intereses.

"Quien crea que el gobierno es una institución
creada para proteger al débil, está en un error,
pues ni la historia ni los hechos actuales demuestran que el
gobierno sea un ángel tutelar de los
desheredados".

En cuanto a la constitución burguesa de 1917, los
historiadores burgueses han dicho hasta el cansancio que fue
influida por el programa del PLM.

A reserva de comparar esos dos documentos en otro
ensayo, por
ahora es necesario señalar lo que acertadamente escribe
Arnaldo Córdoba en su libro La ideología de la
revolución mexicana,
en el sentido de que el grupo
carrancista, para poder atraerse a los trabajadores fabriles y a
los campesinos, arrebató las banderas magonistas, en
especial las demandas reformistas, y las banderas zapatistas de
reparto de tierras.

Este plagio político, plasmado en la
Constitución, fue paralelo, desde ese momento, con la
represión militar contra la clase obrera, sus luchas
huelguísticas y sus organizaciones
sindicales.

Al mismo tiempo, el carrancismo siguió
combatiendo militarmente al zapatismo, al cual descabezó
por medio de la traición de Guajardo.

Carranza, como presidente, violó
sistemáticamente la Constitución, como en los casos
de la supresión de los sindicatos
durante 1916-20 y del incumplimiento de los mandatos
Constitucionales de reforma
agraria.

Capítulo Diez

Asesinato en la
cárcel.

Ricardo no sólo se caracterizó por ser un
periodista revolucionario, cuya prosa incendiaria podemos
comprobar en sus artículos políticos de
Regeneración y otras publicaciones, sino
también nos dejó discursos fogosos, dignos de ser
pronunciados por jóvenes oradores honestos y limpios de
corazón y conciencia, así como también nos
legó 40 cuentos
anarquistas y dos obras de teatro.

A través de cientos de cartas,
publicadas en dos tomos, que cubren los periodos de 1904-1912 y
1919-1922, podemos en la actualidad paladear y saborear esas
misivas de organizador de los levantamientos armados de 1906,
1908 y 1910, y soñar con la prosa filosófica y
anarquista de la última fase de su vida.

Para concluir este modesto ensayo acerca de la vida y la
obra de Ricardo Flores Magón, sólo nos resta
comentar el fin que tuvo este insigne revolucionario.

Son tres las versiones de la muerte de Ricardo. La
primera de ellas fue oficial: paro cardíaco; la segunda,
de Librado Rivera, que pudo ver el cadáver, estrangulado
por un reo común, y la tercera, publicada en la revista
CROM de mayo de 1923, de apaleado por los guardias del
penal.

Librado Rivera, quien estaba en la cárcel de
Leavenworth junto con Ricardo, al año siguiente de los
sucesos narró que el 21 de noviembre de 1922 vio el cuerpo
ya sin vida de Ricardo tendido en una plancha del
hospital.

Tenía la cara negra hasta el cuello y la frente
tendida hacia atrás, como que un poderoso esfuerzo, al
despedirse de la vida, había impulsado a aquel estoico
luchador a exhalar el último aliento…

Se había hecho desaparecer aun gran pensador, a
un filósofo, pletórico de bellas y luminosas ideas
hacia el establecimiento de una sociedad de verdaderos
humanos.

Se había cometido un crimen de lesa humanidad en
la persona de un
hombre bueno, generoso y altruista, cuyos ideales de justicia
sintetizan los sublimes aspiraciones de todos los pueblos
esclavos de la tierra.

EPÍLOGO

Los ideales de los revolucionarios, mientras
continúen vigentes, no mueren. Sus cuerpos son torturados
y se les arrebata la existencia, pero sus sueños
revolucionarios siguen latentes en el corazón y el
cerebro de los
esclavos rebeldes de todo el planeta.

Es por ello que, como un homenaje al revolucionario
caído, reproducimos las líneas de una de sus
últimas cartas, líneas que constituyen un
testamento político y una semilla libertaria que
continuará latiendo en los pensamientos de los explotados,
de los oprimidos, de los pobres del mundo:

"…En el Departamento de Justicia se dijo al
señor Winberger que nada puede hacerse en mi favor si no
hago una solicitud de perdón.,. Esto sella mi destino:
cegaré, me pudriré y moriré dentro de estas
horrendas paredes que me separan del resto del mundo, porque no
voy a pedir perdón. ¡NO LO
HARÉ!.

"En mis 29 años de luchador por la
libertad lo he perdido todo, y toda oportunidad para hacerme rico
y famoso; he consumido muchos años de mi vida en las
prisiones; he experimentado el sendero del vagabundo y del paria;
me he visto desfallecido de hambre, mi vida ha estado en peligro
muchas veces; he perdido mi salud; en fin he perdido
todo, menos una cosa, una sola cosa que fomento, mimo y conservo
casi con celo fanático, y esa cosa es mi honra como
luchador:

" Pedir perdón significaría que estoy
arrepentido de haberme atrevido a derrocar al capitalismo para
poner en su lugar un sistema basado en la libre asociación
de los trabajadores para producir y consumir; y no estoy
arrepentido de ello.

"Pedir perdón significaría que abdico
de mis ideales anarquistas,. y no me retracto, afirmo que si la
especie humana llega alguna vez a gozar de verdadera fraternidad
y libertad y justicia social, deberá ser por medio del
anarquismo.

"Así, pues, estoy condenado a cegar ya morir
en la prisión; mas prefiero esto que volver la espalda a
los trabajadores y tener las puertas de la prisión
abiertas a precio de mi
vergüenza.

"No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya estoy
viejo; pero cuando muera, mis amigos quizá escriban en mi
tumba: "Aquí yace un soñador", y mis enemigos:
"Aquí yace un loco".

"PERO NO HABRÁ NADIE QUE SE ATREVA A ESTAMPAR
ESTA INSCRIPCIÓN:

"AQUÍ YACE UN COBARDE

Y TRAIDOR DE SUS IDEAS".

 

Humberto Escobedo Cetina

Partes: 1, 2
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